¿Por qué los jóvenes?

¿Qué es la participación Juvenil?*

La participación juvenil es el compromiso significativo y activo de los jóvenes en todos los aspectos y a todos los niveles de una organización o red, incluyendo los procesos de toma de decisiones. ¿Juventud? Existen muchas formas de determinar qué es la juventud y qué periodo de edades comprende, algo que suele variar según cada organización. En este manual consideramos como jóvenes aquellas personas con 30 años o menos. ¿Relevancia? La relevancia reside en cómo la contribución de los jóvenes respalda los objetivos de las organizaciones y en cómo los jóvenes se convierten en importantes agentes, compañeros, partes interesadas y socios y son reconocidos como tal. La participación efectiva también requiere que se hagan inversiones para fomentar las oportunidades para los jóvenes, así como las oportunidades para desarrollar sus aptitudes y su desarrollo personal. Asimismo, la participación significativa implica que los jóvenes son capaces de influir en las decisiones y la visión estratégica de la organización a través de su interacción activa en los niveles de toma de decisiones. La participación juvenil requiere que los jóvenes tengan el derecho, el espacio necesario, los medios y las oportunidades de colaborar en condiciones de seguridad sin temor a juicio, discriminación o acoso.

*Se trata de una definición no exhaustiva. Los requisitos y los distintos enfoques de la participación juvenil se ampliarán a lo largo del manual.

Así que queremos que la juventud forme parte de nuestro trabajo… ¿Por qué?

La primera pregunta que debemos hacernos es por qué queremos involucrar a los jóvenes. ¿Acaso es porque…

  • nuestro financiador está interesado en ver una mayor participación juvenil en la organización;
  • o porque creemos que pueden aportar un valor añadido;
  • o creemos que ayudarán a promover la misión de la organización;
  • o que podría suponer una buena oportunidad para los jóvenes?

Es importante identificar y comprender esta motivación a la hora de conseguir la participación juvenil en nuestra organización y cuestionar las suposiciones implícitas de la misma.

Cuando la motivación se basa simplemente en la propia financiación o en conseguir una misión una visión, o incluso unos objetivos de promoción, lleva más tiempo reflexionar sobre el valor de los jóvenes. Es muy importante que antes de crear un objetivo para involucrar a más jóvenes, nuestra organización o red tenga la capacidad de hacerlo. Esto significa tener una cultura organizativa que valore a la juventud y respete sus aportaciones. Sin esta primera tarea inicial tan esencial se termina trabajando más arduamente para conseguir involucrar a los jóvenes y podrían aparecer a una reunión o evento, sin sentirse útiles, queridos y respetados. ¿Acaso les culparías por ello?

Qué hacer y qué no hacer

Os dejamos en este apartado unos breves recordatorios que esperamos sean una herramienta útil para compartir y promover una cultura saludable e inclusiva en vuestra organización.

QUÉ HACER

Involucrar a los jóvenes en todos los niveles: Los jóvenes no sólo quieren ser voluntarios. Para mostrar a los jóvenes el respeto y los valores de la organización es muy importante hacerles formar parte de todos los procesos y niveles, desde la junta directiva hasta el personal, los voluntarios y los comités. Es, por tanto, esencial reconocer el valor añadido de la participación de los jóvenes en cada uno de los niveles.

Preguntar a los jóvenes por sus preferencias: La mejor manera de averiguar qué es lo que los jóvenes necesitan o quieren sacar de su participación en la organización o red es directamente preguntándoles. Entablecer una comunicación abierta y transparente con los jóvenes nos asegura su satisfacción y ayuda a promover la participación.

Encourager le réseautage et l’apprentissage entre pairs: La possibilité pour les jeunes de réseauter avec d’autres organisations, mouvements, militants individuels et jeunes leur permet de créer des connaissances avec leurs pairs, tout en identifiant les opportunités de ressources et de développement des capacités. Les organisations devraient également s’engager mutuellement dans l’apprentissage mutuel afin d’intensifier les efforts d’engagement des jeunes grâce aux meilleures pratiques des OSC et aux enseignements tirés.

Atraer a una gran diversidad de jóvenes: En la medida de lo posible, involucrar a un amplio espectro de jóvenes. Jóvenes de diferentes orígenes, clases socioeconómicas, regiones, orientaciones sexuales, géneros, áreas rurales y urbanas, etc. Debemos preguntarnos qué podemos hacer para involucrar a un grupo de jóvenes más amplio. ¿Qué barreras existentes pueden impedir que ciertos jóvenes participen en nuestra organización/red?

Ser consciente de las barreras existentes: Debemos tener siempre en mente y con anticipación las barreras a las que los jóvenes podrían tener que enfrentarse. Por ejemplo, a la hora de planificar un evento tenemos que tener en cuenta que los jóvenes por la mañana suelen estar en la escuela o que sería conveniente ofrecerles un reembolso por los gastos de transporte a los asistentes. ¿Su trabajo utiliza un lenguaje inaccesible como la jerga, el lenguaje fuertemente académico o la terminología técnica? ¿Necesita calificaciones poco realistas de jóvenes potenciales, como diplomas o educación formal? Mejor aún, podemos preguntar a los jóvenes cuáles son sus necesidades y barreras potenciales para así conocerles mejor.

Ofrezca a los jóvenes el espacio para intentar y fracasar: reconocer que fallar es humano y que para que los jóvenes tengan el espacio para tener éxito y ser dueño de una iniciativa, también se les debe dar la oportunidad de fracasar.

QUÉ NO HACER

Estereotipar a los jóvenes: Evitar tratar a los jóvenes como un estereotipo. Los jóvenes probablemente se sentirán estereotipados si constantemente les pedimos que representen a toda la juventud, o si solo les pedimos que participen cuando nos resulta conveniente o que opinar sobre solo ciertos temas. Para evitar que esto ocurra debemos involucrar a tantos jóvenes como sea posible en cada oportunidad que surja.

Hacer suposiciones: No es aconsejable suponer qué es lo que los jóvenes quieren o no. Solo por el hecho de que, por ejemplo, a un joven en la televisión le interese un tema en concreto o que a un sobrino nuestro le guste interactuar de cierta forma, no significa que todos los jóvenes sean igual.

Generalizar: No todos los jóvenes tienen las mismas experiencias, intereses o puntos de vista. Es mejor evitar hacer generalizaciones que minimicen las experiencias de los jóvenes y respetar a quienes participan en nuestra labor, mostrando interés en conocerles a título personal.

Ser condescendientes: Es importante saber reconocer, valorar y respetar la posición única de los jóvenes. Esto implica no hacer comentarios del tipo «cuando seas mayor lo entenderás» o asumir que tienen menos experiencia, conocimientos o capacidad debido a su edad. Incluso los comentarios con intención de ser empoderantes pueden sonar condescendientes. Antes de decir o hacer algo, es mejor que nos preguntemos cómo reaccionaríamos si nos lo preguntase alguien mayor o de nuestra misma edad.

Trate a los jóvenes como beneficiarios: los jóvenes no son simplemente beneficiarios de su trabajo o programación, sino que deben ser tratados como partes interesadas clave en el desarrollo, la implementación y el monitoreo de las actividades dirigidas hacia ellos.

Sobrecargar a los jóvenes con trabajo: recuerde que los jóvenes tienen una variedad de compromisos y prioridades que compiten en sus vidas y deben reconocer que esto es esencial para demostrar que usted valora y respeta a los jóvenes y su tiempo.